Muy buenos días.
A tenor del más que
lamentable spot de Navidul en el que los padres son ofendidos y
ridiculizados de una forma particularmente retorcida y ruin, sobre
todo porque este anuncio tiene como argumento central precisamente la
cercana festividad del día del padre, he redactado una reclamación
o queja pensada para que cualquiera que así lo desee pueda enviarla
a esta empresa como réplica a su fea ofensa.
Primeramente link al
anuncio en cuestión, por si alguien no lo ha visto aún y no sabe
cuál es el origen de esta polémica:
Esta es la dirección de
contacto de Navidul para el envío de la queja, a través del :
También tenemos su
dirección de Facebook:
Y a continuación os
adjunto el texto de queja. Sirve como patrón y si se está de
acuerdo con su exposición basta añadirle el nombre de la persona
que lo envía.
“Buenos días.
Les escribo para
comunicarles lo ofendido que me siento tras ver su último anuncio
dedicado a desmerecer, ridiculizar y humillar a los padres en
vísperas, precisamente, de la festividad que hace un homenaje a su
importante labor y significado. No comparto para nada los ofensivos
tópicos de los que les hacen objeto en su spot y me pregunto como
puede considerarse una hábil estrategia publicitaria el atacar a los
padres de esa manera.
Efectivamente, lejos de
ser los mediocres monigotes que aparecen en su anuncio, son
incontables los padres que asumen mil desvelos, tareas y sacrificios
en el día a día para cuidar de sus hijos, ya sea como proveedores
de la unidad familiar o responsables directos de su bienestar. A este
respecto quiero subrayar que durante los últimos años he podido ver
con mis propios ojos como los padres han dado pasos de gigante
involucrándose cada día más en la atención, crianza y cuidado de
sus hijos, de forma similar a como numerosas mujeres han avanzado de
forma más que notoria en la incorporación al mercado laboral. Por
eso me parece lamentable que para conmemorar el día del padre
ustedes denigren de esta manera lo mucho de bueno que los padres
representan para sus hijos. Más todavía, está demostrado que los
menores que crecen sin la figura paterna, o con escaso contacto con
ella, se encuentran en riesgo de sufrir muchos más perjuicios y
carencias durante su proceso de maduración y desarrollo lo que puede
llegar a causarles perjuicios graves durante el resto de sus vidas.
Puedo decir que tengo
mucho que agradecerles a mi padre y a mi madre, ya que de ambos
adquirí muchos de los conocimientos y habilidades que me han ayudado
a afrontar las complejidades y retos de la vida. Por eso veo tan
positivo y justo felicitar a las madres en su día como a los padres
en el suyo. Y por eso rechazo rotundamente el insultarlos y
humillarlos de la manera tan necia que ha hecho Navidul con este
spot.
Digo que su publicidad
es necia no sólo por hiriente, sino también por contraproducente. A estas alturas seguro que se
han dado cuenta de que secundar los tópicos sexistas en contra de
los padres no es tan fácil como lo era antes, ya que la sociedad
está cada día más preparada para posicionarse contra estos abusos.
Ciertamente, su publicidad equivocada ha sido la principal motivadora
de la campaña “Yo no compro Navidul”. Es obvia entonces
la necedad de su último spot.
Incluían en otro anuncio
suyo bastante más entendible el lema “Yo no me la juego”.
Bien, se diría que no se aplican sus propios consejos y se la han
jugado al atacar tan duramente a los padres de este país, los cuales
tienen en no pocas ocasiones suficientes quebraderos de cabeza como
para de paso aguantar que les falten de esta manera. Y para hacer más
intensa esta humillación, encima en vísperas de la festividad que
se les dedica públicamente. Y quienes
no son padres pueden empatizar fácilmente con ellos, pensando en sus
propios padres y lo mucho que les deben. Parece que este nefasto
anuncio va a ser útil para vender más jamón, sí, aunque no
precisamente el de la marca Navidul.
Como ya habrán notado
quien les envía este texto suscribe enteramente el boicot a sus
productos. De hecho quizás reciban este mismo texto varias veces,
porque ha sido redactado como queja estándar que favorezca una
amplia protesta contra su desagradable anuncio. Además trataré de
convencer a cuántas más personas mejor para que compren otras
marcas en vez de Navidul, secundando la campaña: “Yo no compro
Navidul”, ya que este es el resultado que merece su ataque y
burla contra los padres.
Sólo cambiaré mi
conducta de rechazo a los productos Navidul cuando difundan otro spot
en el que en vez de retratarse a padres torpes, inmaduros, cargados
de defectos y falta de amor propio, hasta el punto de que ellos
mismos se desmerezcan ante las palabras de elogio y cariño de sus
hijos diciendo: “No lo merezco” o más denigrante que la
anterior “No me merezco ni los clásicos calzoncillos”, se
muestre a padres que llevan a sus hijos a la consulta del pediatra, o
pasan con ellos la noche en la consulta de urgencias de un hospital,
les preparan una merienda para tomar durante las extraescolares, les
ayudan a ordenar la mochila para la piscina y les secan en el
vestuario después de enseñarles a nadar. O les ayudan con los
deberes, o les llevan de excursión, o les corrigen cuando cometen
alguna travesura o gamberrada. En esencia, cuando muestren a los
padres como son, y no les amarguen la vida en vísperas de la fiesta
que les honra y que tanto se merecen.
De entre los casos que
aparecen en su último anuncio puede ser útil para el nuevo guión
el del padre que cambia un reloj, o cualquier otro objeto caro
regalado a sus hijos durante la comunión, por una caja de
herramientas o, en vez de eso, dinero para comida o el pago de la
hipoteca o los gastos de luz y agua de la vivienda familiar. Teniendo
en cuenta que estamos en una época de fuerte crisis que se ha cebado
sobre todo en los puestos de trabajo fundamentalmente masculinos sí
pueden darse situaciones en las que padres modelo tengan que pasar
por dilemas como este. Y a pesar del dolor que les produce, obligarse
a hacer de tripas corazón y priorizar el bien de sus hijos, logrando
unas herramientas para poder trabajar y llevar un sueldo a casa, o
bien realizar tareas de bricolaje y reforma dentro del hogar evitando
contratar a los profesionales de los gremios y así ahorrar un dinero
necesario para el bienestar de su hogar y de sus hijos.
Ustedes lo plantean como
un chiste, aunque ya ven que cambiar un reloj de comunión por una
caja de herramientas puede tener un trasfondo bastante más serio, y
para nada chistoso, sobre todo en una época caracterizada por unas
elevadísimas tasas de paro de larga duración.
Y hasta que no vea un
anuncio que siga esa pauta no compraré Navidul, y trataré de
persuadir a más personas para que tampoco lo compren. Con su
publicidad hiriente y negativa han causado un perjuicio a la
significativa figura de los padres, pero
gracias al poder que tienen para acceder a los medios pueden tratar
de corregir este abuso invirtiendo su mezquino mensaje. Les
recomiendo que lo hagan y cuanto antes. Si no su publicidad sólo servirá para disgustar a bastante más gente de
la que divierte, o disminuir sus ventas para beneficio de la
competencia.
Se despide:”
Hasta aquí el texto,
espero que os guste y ojala que a nadie se le ocurra volver a amargar
a los padres el día que tan merecidamente les conmemora.
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