Se trata de otra forma más de continuar "educando" a la mujer en ese feminismo radicalizado que tantos buenos resultados están dando en la publicidad, con esa decidida tendencia a inculcar soterradamente y a toda costa el rechazo y la aversión hacia el varón.
Estamos sufriendo una INMERSIÓN CULTURAL FEMINAZI a través de los Mass Media. Se pretende el ensalzamiento de la figura de la mujer a toda costa,utilizando un método: incitar a la mujer a socavar la dignidad de los hombres mediante la humillación, la ridiculización y el desprecio.
lunes, 25 de julio de 2016
AXE, ridiculizando a la más mínima ocasión.
Comienza a darse en la publicidad antimasculina, -esa que intenta humillar a los varones a través de la figura femenina-, una nueva fórmula que consiste en la elección de un modelo masculino atractivo y varonil o bien de un actor o cantante famoso; ese tipo de hombre que casi cualquier mujer siente cierta admiración, respeto y atracción. Este tipo de hombre que puede despertar el deseo femenino es el que ahora la publicidad parece intentar ridiculizar para así restarle atractivo ante los ojos de la mujer.
Se trata de otra forma más de continuar "educando" a la mujer en ese feminismo radicalizado que tantos buenos resultados están dando en la publicidad, con esa decidida tendencia a inculcar soterradamente y a toda costa el rechazo y la aversión hacia el varón.
Se trata de otra forma más de continuar "educando" a la mujer en ese feminismo radicalizado que tantos buenos resultados están dando en la publicidad, con esa decidida tendencia a inculcar soterradamente y a toda costa el rechazo y la aversión hacia el varón.
Seguro que en cuanto se terminó el anuncio el modelo del spot no prestó atención ni por cinco minutos más a la sexista que le mete ese cortazo, sabedor de que a nivel de ligue tiene muchas mejores oportunidades mejores. Guste o no guste admitirlo los hombres guapos cada día gustan más y eso les da ventaja al escoger, pudiendo pasar perfectamente de tipas sexistas, amargadas y simplonas.
ResponderEliminarGustavo Revilla