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lunes, 27 de febrero de 2012

Inteligentes, mandonas y otros

En Diagonal
Rosa Belmonte

En televisión, las mujeres españolas no son objetos sexuales pero sí inteligentes, estables, incrédulas, decididas, mandonas, autoritarias, madres, trabajadoras (como si existiera la madre no trabajadora) y groseras. Parece la descripción de Belén Esteban pero es la imagen femenina en la ficción española, según un informe del Observatorio Audiovisual de Identidades de la Universidad Internacional de la La Rioja, que ha estudiado a las mujeres del "prime time". El trabajo de campo se ha centrado en "Águila Roja" (?), "Los Protegidos", "Aída", o "Gran Reserva". Por otro lado, un vistazo a las comedias españolas llevarían a la coclusión de que los hombres son idiotas. Solo hay que ver los especímenes de "Los Serrano", "Aída" o "La que se avecina". Uno de los autores del estudio ha resaltado la importancia de la televisión en la imagen que tiene la sociedad de la realidad. Cierto. Lo discutible es que esa realidad la fije la ficción española.


Diario Sur
24.02.2012




alephgaia...

Y esto es en realidad lo que parece prentender los medios de comunicación. ¿El motivo...? creo intuirlo. Lo cierto es que para congraciarse con las pretensiones feministas de crear y fomentar una nueva imagen de la mujer perfectamente descrita en el artículo, se llegan a extremos contraproducentes para el género contrario, presentándolo, tal como se dice también en el artículo, como seres simple y llanamente idiotas.
Las series (películas, publicidad, concursos, dibujos...) de ficción no solo fijan la realidad de nuestra sociedad, sino que peor aun, marcan las pautas de comportamiento para la sociedad. Dictamina subrepticiamente cómo debes comportarte, cómo debes pensar, cómo debes ser... que en el caso de los hombres se puede resumir, según vemos, en idiotas, y si no en malos, si no en cobardes o las en tres características a la vez. Así lo está marcando la línea general seguida por los medios de comunicación. Se trata de una línea de actuación no pactada explícitamente, sino a la que se ha llegado a través del convencimiento de "lo lógico y lo justo".
Somos como un libro en blanco. Nuestro comportamiento, nuestras opiniones, nuestra forma de pensar, desde la infancia y hasta nuestra muerte, se conforma gracias a la información que recibimos de nuestro entorno. Y nuestro entorno está fagocitado predominantemente por la televisión (cine, series, música...). Los estándares de conductas ya no están determinados por nuestros padres, vecinos, parientes... la referencia hoy es otra. Está en los medios de masas. Es de ahí de donde obtenemos esos referentes sociales para luego incorporarlos a nuestra forma de ser hasta formar parte de nosotros mismos de manera definitiva, en tal manera que los defenderemos a "capa y espada" como si hubiesen surgido de nosotros mismos.
En estudios psicológicos y de comportamiento humano se sabe que "tal como te traten, así te comportarás". En los medios nos explican las noticias tal como si fuesemos niños, en tal caso, nuestro nivel de comprensión de la noticia baja. Baja al nivel de un infante. Esta fórmula continuamente utilizada da como resultado la cosolidación de un público poco crítico, con escasa capacidad para discriminar y fácilmente manipulable.
Si en las series, películas, información y demás se presenta siempre al referente másculino como un ser torpe, cobarde, idiota, malvado, violento, primitivo.... así entenderemos que realmente somos; estás carácteristicas las iremos incorporando pues a nuestro modo de ser sin darnos cuenta.
Este referente extremo y pernicioso se produce de manera repetitiva y constante; es la forma más efectiva para aceptarlas inconscientemente. Por contraposición, la mujer siempre aparece como un ser inteligente, valiente, justo, fuerte, decidido, pacífico... y de esta forma tan asimétrica y extremista ¡ya queda totalmente marcado nuestro comportamiento en esta interrelación! "Una mentira mil veces repetidas termina aceptándose como una verdad", decía un pensador extremista.
Ya todo es cuestión de tiempo. Dos o tres generaciones siendo tratados con este mecanismo de "reajuste" y todo el comportamiento y creencias anteriores en los varones desaparecerá, adquiriendo las nuevas generaciones este otro tipo de "rol"; esta otra nueva idea sobre sí mismos, este nuevo comportamiento realmente básico y simple. Claro está, igualmente ocurrirá con las mujeres en el sentido contrario.
Tan solo concluir que el Sistema quiere solo a "ciudadanos" obedientes, pacíficos, crédulos, manejables, incapaces de sublevarse contra Él.
El Sistema está centrando todos sus esfuerzos en conseguir que el género que históricamente, -hasta ahora- se ha mostrado como subversivo hasta la violencia, capaz de llevar a cabo revoluciones antisistema y de derrotar al poder establecido eliminándolo de su posición privilegiada, no sea capaz de recurrir a estas armas en un futuro para destruirlo. Por ahora, el Sistema, está centrándose en la inhibición de la conducta masculina, fijándola como extrema y peligrosa para la sociedad, convenciéndonos de que esto es así, y está paralelamente interponiendo los mecanismos adecuados para castigarla si esta surge. Se informa de comportamientos masculinos violentos de manera constante y repetitiva, haciéndonos creer que, éste que ocurre de manera puntual, es en realidad toda una epidemia. La aceptación por parte de la ciudadanía de la puesta en marcha de medidas contundentes de represión de la violencia para TODOS los integrantes del género masculino se hace efectiva y entra en vigor. Pero además, éstas se aplican en base a las teorías y pensamientos más extremistas de los colectivos configurados como víctimas directas de esta violencia.
El Sitema se está encargando de la persecución y castigo de ellos, por ahora... luego llegará el momento de aplicarlos al resto de los mortales. Entonces crearán las fórmulas necesarias para convencernos, nuevamente, que es necesario llevar a cabo una nueva persecución, su represión y consiguiente castigo.

4 comentarios:

Sarah dijo...

hola. gran blog el tuyo, dices verdades como puños.
te invito a segguirme, en aventuras y desventuras de una consumista.
soy derechista, defensora de la dierencia en vez de la estúpida igualdad y de el capitalismo.
viva españa!

Alephgaia dijo...

Gracias, aunque nos encontramos en posiciones diametralmente opuestas: yo soy anticonsumista, de izquierdas, defensor de la iguadad y anticapitalista.
Viva el Ser Humano¡¡

Anónimo dijo...

Hola, yo afortunadamente me considero de centro, creo que al final nos hemos juntado todo los espectros políticos. Otra interesante reflexión la que nos expones Alephgaia, muchas gracias por tu blog y buenos textos. Sólo espero que el campo de acción de lo que está sucediendo con la minusvaloración masculina sea sólo consecuencia de la misandria hembrista, y no una conspiración que incluya enemigos aún más poderosos.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo. Algo en mi subconsciente me dice cada que vez que pongo la puta tele pública que me da asco lo que estoy viendo. Pensándolo un poco te das cuenta de lo que está pasando con la imagen que dan de nosotros.